
Hola, diario. En realidad, el enano es buenísimo. No jode, se porta bien y no es invasivo. Bah... Sí, le encanta sentarse un rato en cada sillón de la casa.
El pibe no lo puede creer... Hace dos días andaba revolviendo las bolsas de basura y esquivando colectivos* y ahora tiene sillones, canastas, alimento balanceado, juguetes y sobras de comida riquísima.
Anoche Pablo probó dejarnos solos un buen rato. No rompimos nada, pero hicimos competencia de meadas. Yo marqué la porción más grande del living para mí.
Es que hay demasiada testosterona en esta casa. No podemos convivir todos. Uno se tiene que ir.
Ah... te recuerdo: ESTÁ EN ADOPCIÓN.
* Autobuses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario