Hola, diario. El tal Molina se fue. No lo aguantaba más. Ese afán gratuito de agradar y esa energía permanente me sacaba de quicio. Todo el tiempo quería jugar. ¿Sabés lo que es estar acostado descansando y que un chico esté todo el tiempo saltando a tu alrededor? Por favor, no estoy para eso. Además, se hacía el guardiancito. Alguien se arrimaba a la puerta y se ponía a ladrar como loco. ¡No te pagan como vigilancia, pibe! Además, se adueñó de un osito de goma que hace ruido al que siempre odié. Pablo me lo regaló un día para jugar al "andá a buscarlo" y nunca le di pelota. A él le encantaba. Obviamente se lo regalé. Lo peor de todo es que Pablo se había empezado a encariñar. Yo me daba cuenta que lo alzaba y le daba besitos. Lo hacía cuando yo no lo veía. El martes estuve todo el día sin hablarle por eso. Además, a la hora de desayunar, cortaba un pedacito de medialuna y me lo daba a mí, y después le daba otro a él. Psss...
El sábado hicimos casting de dueños. Vinieron muchos amigos nuestros a casa. Molina hizo bien su papel y fue carismático con algunos. Hubo dos o tres que casi se quebraron, pero finalmente no se decidieron. El muy tonto hizo papelones de chico. ¿Podés creer que se prendió de la pierna de varios? Inmaduro.
Pero llegó el día. Ayer, cuando se lo llevaron, vi que a Pablo le salía mucha agua de los ojos. Lo alzó y le dio muchos besitos y el pobre enano, cuando se iba, giraba la cabeza para mirarnos. Yo le decía: "Andá, andá que vas a ser feliz". Y creo que tengo razón. Se fue con una familia hermosa. Un amigo de Pablo, que tiene una compañera de vida, tres hijos y un gato. Si le agarran ganas de jugar, va a tener seis opciones para hacerlo.
Aquí quedó su olor. Y hoy cuando lo sentía, me puse a pensar en cómo la vida te puede sorprender. De pronto, estás con el hocico metido en la basura y la providencia te coloca, por arte del corazón, con el hocico en un manjar. Es un golpe de suerte, sí. A algunos les llega y a otros no. Él estaba relajado, inocente, caminando la vida, distraído. Y la suerte lo atrapó. A mí me pasó algo similar. Tal vez haya que relajarse. Ya sé, ya sé... No es fácil
Hola Francis
ResponderEliminarCómo estás?
Seguramente más relajado y tranquilo sin el pibe en la casa.
Pero, decime la verdad.. no lo extrañás un poquito?
Pobrecito, por lo menos los días que estuvo con ustedes, conoció el cariño de una familia, comida rica, y una cama calentita, aunque mucho no te gustaba.
Por suerte, yá está en su nueva casa, con su nueva familia, donde vá a ser muy feliz.
Gracias por recibirlo, aunque estarías deseando que se vaya, y a Pablo, que como de costumbre, otra vez no pudo seguir de largo.
Un beso grande y muchos lenguetazos de amor!!!!
Moni
Hola Francis!! Desde Chile te cuento que aca estan todos locos gritando porque encontraron a unos tipos dentro de la tierra; yo tambien me pongo contenta porque me dan galletitas y se rien conmigo, aunque no le encuentro la gracia, ya que como tu eres perro sabes que si hubieras estado alli los hubieras olido y encontrado enseguida; yo tb tengo buen olfato aunque soy una persona, claro con muchos pelos, y tengo mucho dinero parece, porque no necesito trabajar como las personas peladas que viven conmigo. Me leen lo tuyo asi que espero ansiosa tus publicaciones. Chau Fran
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