UNA VIDA SIN UN PERRO, ES UN ERROR

"LA GRANDEZA DE UNA NACIÓN Y SU PROGRESO MORAL PUEDE SER JUZGADO POR LA FORMA EN QUE SUS ANIMALES SON TRATADOS."
Mahatma Gandhi

NO USES PIROTECNIA

NO USES PIROTECNIA
Por favor, no usen pirotecnia. Los "cuetes" nos asustan, nos hacen mucho mal a nuestros oídos, nos desorientan y son la causa de que muchos perros y gatos se pierdan entre diciembre y febrero. Lo mismo les ocurre a otros animales, como las aves. Pensá en nosotros y en los múltiples problemas que pueden causar los fuegos artificiales. NO USES PIROTECNIA. Gracias. PD: Ah... Ponele chapita con número de teléfono a tu perro. Para esta época hay muchos perros perdidos a causa de la pirotecnia, por favor, si ves alguno no sigas de largo, ayudalo a encontrar a su familia.

domingo, 30 de mayo de 2010

Inquilina


Hola, diario. ¿Podés creer que tenemos una perra en casa? Ayer me quise morir cuando Pablo regresó de su trabajo con una perra negra en los brazos. Me quedé perplejo y ni lo saludé. La olfatee y tuve el impulso de gruñirle, pero me contuve cuando me di cuenta de que estaba muy asustada. Es cachorra y seguramente se hará bastante más grande que yo. Estaba hecha un ovillo en los brazos de Pablo, medio dormidita y todavía temblando un poco.
Pablo me contó que la encontró al salir de su trabajo y que un ángel la salvó de haber sido aplastada por los camiones que circulan por una calle enorme. Del susto, parece que se quedó refugiada en la puerta de un bar, llorando sin parar. Pablo le compró una salchicha y los del bar le dieron un plato con agua, pero no quiso ni comer ni beber, sólo seguir llorando, sin consuelo. Sus patas, con las uñas totalmente gastadas indicaban que caminó mucho y una de sus enormes orejas tenía unos agujeros muy grandes. Vaya a saber cuántos peligros y situaciones horribles habrá tenido que transitar siendo tan chiquita.
La moral de Pablo le impidió seguir de largo, la alzó y se la llevó en un taxi directo a la veterinaria. Parece que la revisaron, le dieron algo para sacarle las lombrices de su panza y... como verás, aquí me la trajeron.
¿Qué es este? ¿Un hotel? ¿Un hospital?
De todos modos, me aguanté los celos y los deseos de ser el único porque es evidente que esta belleza sufrió mucho. Porque, además, debo confesarte que me gustó un poco. Aunque es muy joven para mí, reconozco que es una morocha esbelta y preciosa. Por eso Pablo la bautizó Mariana, el nombre de una modelo humana muy conocida.
Cuando entró le di un par de besos y ella se quedó tranquila y segura de que no la atacaría. Se acomodó en uno de nuestros sillones (por suerte no fue el mío) y se quedó profundamente dormida. Ojalá esté bien... Y ojalá que se vaya pronto.

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