
Hola, diario. ¿Vos me ves gordo? La verdad que no me doy cuenta. Pero desde que volvió de viaje, Pablo se queja de que estoy gordo. Puede ser… qué se yo… Fina me dio mucha comida cuando él no estaba. Comida que él no me da ahora. Además de mi alimento habitual, ella me daba carne picadita, algún que otro churrasquito y compraba especialmente alitas de pollo, que cortaba minuciosamente, sacándole los huesos y la piel, para que me las devore. Pablo es un poco más mezquino en ese aspecto. Me da sólo mi alimento y alguna otra cosa que compartimos cuando él come.
El problema es que mi estómago se acostumbró a aquellos manjares, entonces vivo muerto de hambre. Ahora Pablo me dice: “Mi gordito”. No sé si me gusta mucho ese calificativo. De todas formas, creo que puede tener algo de razón. Me cuesta un poco más pegar saltos a lo delfín y, cuando me siento en dos patas, veo que una panza un poco más grande asoma. Disimulo sacando pecho.
El problema es que mi estómago se acostumbró a aquellos manjares, entonces vivo muerto de hambre. Ahora Pablo me dice: “Mi gordito”. No sé si me gusta mucho ese calificativo. De todas formas, creo que puede tener algo de razón. Me cuesta un poco más pegar saltos a lo delfín y, cuando me siento en dos patas, veo que una panza un poco más grande asoma. Disimulo sacando pecho.
¿Tendré que hacer dieta?
jajajaj esos rollos que tenés Francisquito..Mirá como asoma!!PERO ESTÁS PRECIOSO Igual por tu salud, te diría que vuelvas a tu dieta habitual Y dejes la de tu abuelita Tina para algunas consentidas vacaciones
ResponderEliminar