
Hola, diario. Desde que nos mudamos a este barrio mis viajes en taxi son cada vez más frecuentes. Casi todos los domingos vamos a la casa de Fina y Raúl, para almorzar con ellos y, luego, tomar mate. Apenas nos despertamos me empieza a agarrar una ansiedad incontrolable. En los domingos, mis mañanas no son tranquilas y a paso lento como las demás. Voy de un lado a otro, quiero que Pablo desayune rápido, que hagamos un paseo corto y rajemos* de una vez. Todo el tiempo él me grita: "¡Pará, Francisco!". Pero no puedo controlarme. Es como si tuviera adentro mío a un demonio movedizo.
Cuando empieza a llenar la mochila con cosas para llevarles a sus padres, empiezo a los saltos. De a una, le voy señalando las prendas de vestir para que se las ponga rápido. Un día que daba muchas vueltas, hasta le tuve que llevar la remera* con el hocico. Apenas salimos del departamento, emprendo carrera veloz por el pasillo que conduce a la calle. El señor de seguridad del edificio me saluda siempre y me abre la puerta porque sabe que no me escapo. Ahí me quedo sentadito en la vereda, cerca del cordón, esperando que llegue el taxi. Me confundí muchas veces. Algunos se detienen para otras personas y yo corro desesperado para subirme. Pablo, todo colorado, me saca de prepo, tomándome del collar. Una vez que llega el taxi, empieza la fiesta. Pablo pone unas sábanas viejas, yo me paro ahí y saco la cabeza por la ventanilla para tragar mucho aire que, después, convierto en peditos para martirizar a la gente.
El domingo pasado, cuando llegamos a lo de Fina y Raúl escuché que él dijo: "Yo no sé cómo Francisco sabe cuándo es domingo". A veces los seres humanos me sorprenden. ¿Y si él sabe porqué no voy a saber yo? ¿¡Cómo no voy a saber cuándo es domingo?!.. Tsss... En realidad, me puse a pensar y no sé cómo sé que es domingo. Creo que es intuición. Siempre hay seis días antes, de los cuales Pablo trabaja cinco. Pero el domingo tiene una energía especial. Más allá de que nos levantamos de la cama un poco más tarde de lo habitual, es un día con una vibración distinta. Yo no sé exactamente cómo me doy cuenta. Pero sé perfectamente que el domingo es domingo, que tenemos que levantarnos más tarde y, luego, tomar un taxi para ir a lo de Fina y Raúl. Insisto: ¿Me estaré volviendo persona?
* Salir apurados.
* Camiseta.
E-mail de Silvia Santos
ResponderEliminarmostrar detalles 11 jun
Francisco
Quedate tranquilo que Chopper también sabe cuando es domingo y yo me digo “que inteligente que es Chopper, sabes que es domingo”. Porque ya a la mañana está inquieto mirando la puerta y atento a cualquier ruido porque sabe que vienen los chicos a comer
Besos
Silvia Santos
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