Hola, diario. Ayer estuve intranquilo. Tuve ganas de destrozar algo. Me indigna que ya hayan pasado dos semanas y Pablo no regrese. ¿Qué se piensa? ¿Que uno puede abandonar a un ser querido así nomás... por ir a tomar sol? Me contuve, pero no rompí nada, aunque ya le di un ultimatum al colchón. Si no vuelve en un par de días, lo sacrifico.
Fina y Raúl me malcrian bastante. Me parece que, cuando regrese, Pablo se va a asustar cuando me vea. Estoy gordo. Me dan de comer muchas cosas ricas y, aunque estoy bien alimentado, tengo hambre todo el tiempo.
Creo que, de a poco, dejo de ser perro. Es que, sobre todo, Fina me sumerge en lujos que sólo los seres humanos se pueden dar. Por ejemplo: el café. Luego de comer, siempre ella y Raúl se toman un cafecito. Los otros días, estuvo María Elena, la hermana de Pablo, de visita. Cuando vio que Fina, al finalizar el café, me puso un poquitito en el platito para que yo lo tome, preguntó por qué lo hacía. "Le va a hacer mal", dijo. Fina le respondió: "Noooo... Lo despeja un poco". Y me siguió dando café, lo más pancha*. Así que el café despeja. No sé cómo se prepara, sino, en estas últimas noches de insomnio que tengo, por extrañar a Pablo, me tomaría unas cuantas tacitas de café, para que me despejen un poco la mente.
* Tranquila.
Fina y Raúl me malcrian bastante. Me parece que, cuando regrese, Pablo se va a asustar cuando me vea. Estoy gordo. Me dan de comer muchas cosas ricas y, aunque estoy bien alimentado, tengo hambre todo el tiempo.
Creo que, de a poco, dejo de ser perro. Es que, sobre todo, Fina me sumerge en lujos que sólo los seres humanos se pueden dar. Por ejemplo: el café. Luego de comer, siempre ella y Raúl se toman un cafecito. Los otros días, estuvo María Elena, la hermana de Pablo, de visita. Cuando vio que Fina, al finalizar el café, me puso un poquitito en el platito para que yo lo tome, preguntó por qué lo hacía. "Le va a hacer mal", dijo. Fina le respondió: "Noooo... Lo despeja un poco". Y me siguió dando café, lo más pancha*. Así que el café despeja. No sé cómo se prepara, sino, en estas últimas noches de insomnio que tengo, por extrañar a Pablo, me tomaría unas cuantas tacitas de café, para que me despejen un poco la mente.
* Tranquila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario