
Hola, diario. Creo que llegué muy lejos con esto de querer ser el líder de la casa. Esta vez no sólo desparramé toda la basura por toda la casa e, incluso, sobre la cama. Por las dudas que no diera resultado, me las tomé con algunos de los objetos que Pablo más quiere. De paso, me aseguraba de que me quiera a mí más que a nada. Sobre una repisa tiene una gran colección de muñequitos... de juguetitos que seguramente son de cuando era chico. Sé que cada uno tiene su nombre: Batman y Robin, Blancanieves, los enanitos, Mickey, Donald, Pluto y no me acuerdo más... pero son muchísimos. Primero me comí al tal Robin. Lo mastiqué bien y me lo tragué. Después le corté la cabeza al enanito con cara de dormido de un solo mordisco; le arranqué una oreja al tal Mickey y me la comí; y desfiguré a un Donald que tocaba un instrumento raro.
Pablo se enojó muchísimo. Nunca lo vi tan furioso. Ni siquiera me pegó, pero cuando estiró la mano para tomarme del collar, le mordí un dedo. Sangró un poquito. Hubo un silencio largo. Creo que le saltaban las lágrimas, con una mezcla de furia y tristeza. Me tomó del hocico para evitar que abra la boca nuevamente y comenzó a gritarme: "¡¡¡Eso no se hace!!! ¡¡¡No lo vuelvas a hacer nunca más!!!". Los ojos le estallaban. Me asusté muchísimo. No sabía si me iba a pegar o se moriría de un infarto. Estuvo un buen rato sosteniéndome así y gritándome. Volví a dormir toda la noche en el balcón. Creo que se me fue la mano. Temo lo peor.
Pablo se enojó muchísimo. Nunca lo vi tan furioso. Ni siquiera me pegó, pero cuando estiró la mano para tomarme del collar, le mordí un dedo. Sangró un poquito. Hubo un silencio largo. Creo que le saltaban las lágrimas, con una mezcla de furia y tristeza. Me tomó del hocico para evitar que abra la boca nuevamente y comenzó a gritarme: "¡¡¡Eso no se hace!!! ¡¡¡No lo vuelvas a hacer nunca más!!!". Los ojos le estallaban. Me asusté muchísimo. No sabía si me iba a pegar o se moriría de un infarto. Estuvo un buen rato sosteniéndome así y gritándome. Volví a dormir toda la noche en el balcón. Creo que se me fue la mano. Temo lo peor.
Ay Francisco ,como se nota que estabas triste...Cuanto escribiste!!
ResponderEliminarQue bueno que todo volvió a la normalidad.
Te dejo un plato lleno de la comida preferida de mi perra Zule e Iván...Arroz con leche tibio.