
Hola, diario. Tardé en escribirte porque estoy mufado. Llueve. Y no sé por qué la lluvia me pone así. Me desperté varias veces a la noche y a la madrugada por el ruido del agua sobre el toldo del balcón y volvía a dormirme chinchudo. Tuve unas pesadillas de perro y ya no sabía en qué posición ponerme para descansar tranquilo. Cuando sonó el despertador y nos despertamos me di cuenta del malhumor que tenía. Con Pablo apenas nos miramos. Fuimos a observar el día desde la ventana y me di cuenta de que estaba espantoso. Y yo estaba como el día: nublado y con tormentas.
¿Por qué será que me agarra la melancolía cuando llueve? No me dan ganas de hacer nada. Y no tiene que ver con que me moje mucho al salir a pasear (de todos modos, tengo que hacer mis necesidades). Aproveché el día deprimente para pensar en el asunto y llegué a una conclusión. Me bajoneo y me pongo gris con la lluvia porque mi mejor amigo se bajonea y se pone gris con la lluvia. Me mimeticé. Lo mismo me ocurre con los días de sol. Él se despierta sonriente y parece cantarle a la vida, y yo me despierto sonriente y le ladro a la vida. Escuché por ahí que los perros se parecen a sus dueños, frase con la que siempre estuve en desacuerdo porque yo no tengo dueño sino amigo. Pero si somos flexibles con la interpretación, es probable que sea verdad. No veo que a él le salga una cola en espiral como la mía, ni que ladre. Pero creo que yo me estoy contagiando de su carácter. Me asusté. Hay algo en lo que no quiero parecerme a ninguna persona. Ojalá nunca pueda tener voz, me gusta hablar con la mirada. Creo que es mi capital.
¿Por qué será que me agarra la melancolía cuando llueve? No me dan ganas de hacer nada. Y no tiene que ver con que me moje mucho al salir a pasear (de todos modos, tengo que hacer mis necesidades). Aproveché el día deprimente para pensar en el asunto y llegué a una conclusión. Me bajoneo y me pongo gris con la lluvia porque mi mejor amigo se bajonea y se pone gris con la lluvia. Me mimeticé. Lo mismo me ocurre con los días de sol. Él se despierta sonriente y parece cantarle a la vida, y yo me despierto sonriente y le ladro a la vida. Escuché por ahí que los perros se parecen a sus dueños, frase con la que siempre estuve en desacuerdo porque yo no tengo dueño sino amigo. Pero si somos flexibles con la interpretación, es probable que sea verdad. No veo que a él le salga una cola en espiral como la mía, ni que ladre. Pero creo que yo me estoy contagiando de su carácter. Me asusté. Hay algo en lo que no quiero parecerme a ninguna persona. Ojalá nunca pueda tener voz, me gusta hablar con la mirada. Creo que es mi capital.
una bellezaaaaaaaaa...!! mori de amorrrrrr!! ♥
ResponderEliminarjejeje es UN DIVINO , yo tengo una mestiza de 2 años y es mi amor se llama lulu ,un beso desde San Luis capital ME ENCANTO LA IDEA DEL DIARIO !!!!!
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